martes, 1 de mayo de 2012

Introducción al Analisis de Texto

La materia que vamos a tratar puede referirse tanto a un Texto escrito como a un Texto oral, ya que podemos hacer Análisis de Texto de la puesta de una obra sin tener el libro a mano. 
Los interesados en hacerlo pueden ser Críticos de Arte, Periodistas, Directores, Actores, Autores o Dramaturgos, que es el grupo en el que nos vamos a enfocar, pero también pueden llevarlo a cabo Investigadores, Literatos, Semiólogos, Psicólogos, etc. y es posible que las conclusiones sean las mismas, pero no sus usos.  Buscaremos posibles soluciones que nos permitan escribir mejores obras, estimular al público para que las vea, realizar puestas creativas y profundizar la actuación. 
Para hacer cualquier tipo de análisis es necesario tener un primer conocimiento del material que nos permita hacer descripciones y un relato breve de lo que sucede en ella. 
El relato debería poder repasar la obra en sentido descriptivo indicando qué es lo que pasa, cuál es el acontecimiento principal, el conflicto principal y tratar de identificar a los personajes en función de lo que pasa, como función de la estructura procesal.   
Si tenemos el texto a mano, sería importante que la lectura se haga tal como se indica en el artículo sobre Primera Aproximación al Material.  Si el texto es oral, sería bueno poder  complementarlo con alguna explicación de lo que los creadores quisieron lograr en la puesta. 
Eso nos da una perspectiva acerca de si lograron o no lo que se proponían,  si existen signos en el texto performativo que colaboren o impidan, a nuestro entender, dicha propuesta. 
La primera preceptiva para la escritura de textos dramáticos, en el teatro occidental, la hizo Aristóteles, en su obra la “Poética”, donde hace un análisis y una crítica a la Tragedia.  Si bien en estos dos mil trescientos años, el arte fue evolucionando, es bueno tomar conocimiento de qué se pensaba del teatro en dicho momento, ya que varios conceptos se continúan usando como parámetro para respetarlo o transgredirlo. 
Vamos a rescatar ahora de ese texto sus conceptos de Unidades que debe respetar la Tragedia, estos son: la Unidad de Acción, la Unidad de Tiempo y la Unidad de Espacio – aunque a decir verdad, el sistema de las tres unidades clásicas, como así se lo conoce, no fue enunciado por Aristóteles, quien si se explayó sobre la Unidad de Acción y realizó comentarios en referencia al tiempo y al espacio.  La Unidad de Tiempo y de Espacio fueron insertadas como tales en los siglos XVI y XVII, basándose en el libro mencionado –. 
La Unidad de Espacio, refiere a que debe suceder toda la Acción en el mismo lugar, aunque se aceptan divisiones del mismo, por ejemplo distintos salones del mismo palacio. 
La Unidad de Tiempo, que la Acción transcurre en un lapso no más allá del que dura “la  revolución del sol”, es decir un día. (Este es un concepto ampliamente transgredido en el teatro de hoy, no obstante es importante a la hora de leer los clásicos). 
La Unidad de Acción, refiere aquí a la Acción en sentido amplio, a la Acción que implica la Fábula, a esa gran Acción que quiebra el pseudo equilibrio en que se encuentra la obra al inicio.  Habla entonces que la misma debe ser Completa, de manera que no haya nada que falte o que sobre, para su entendimiento.  Ya que aquello cuya ausencia o presencia no se manifiesta de algún modo, no es parte del Todo.  Y como consecuencia perturba al Todo.  Para que la obra esté Completa debe contar Todo. 
La Acción en sentido amplio, entonces, se trata de un Hecho Completo, con principio, medio y final. 
Define Principio como el momento que resulta por Necesidad, que es necesario que ocurra para que se inicie la Acción, que no viene después de otra cosa sino que la otra cosa es o llega a ser después de él. 
Medio, es aquello que viene después de una cosa y es seguido por otra cosa. 
Fin, es lo que ocurre después de una cosa por Necesidad y no tiene nada después de él, porque se ha completado la Acción. 
Indica también que la Acción debe tener una magnitud adecuada, por magnitud se refiere a la extensión y profundidad de lo que se cuenta o se hace, - recordar que para el Teatro Griego lo que se decía era lo que pasaba – y que debe ser suficiente para mantener la atención del espectador.  Es el alcance de la mirada humana en el tiempo y en la memoria, que permita retener la historia. 
Podríamos decir entonces que para iniciar un Análisis de Texto deberíamos conocer la Estructura Dramática, y sus elementos, y tener una pequeña descripción de la obra que nos permita responder las siguientes preguntas: 
¿Qué es lo que pasa en la obra? 
¿En qué lugar empieza, en qué lugar termina? 
¿Cuál es la acción inicial? ¿Cuál la final? 
¿Qué temas aborda la obra? 
¿Cómo se agrupan los personajes? 
Y además, si es posible, hacer una relación entre la teoría que hemos estudiado: la Estructura Dramática y sus elementos, cómo se manifiestan estos en la obra, e identificar, si encontramos, alguno de los dispositivos dramatúrgicas que hemos analizado.